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SITIOS Saragosse

21 DE AGOSTO

21 DE AGOSTO

Voy a ser breve. Ya por la mañana ha vuelto la energía precisa (bien por Víctor), hemos repasado escenas y transiciones. Por la tarde, primer ensayo casi general (a falta sólo de luces y de músicas definitivas) con un reducido público de invitados. Buenas vibraciones. Ya se está viendo el resultado de tanto trabajo. A todos nos hacía falta. Con el tiempo que tenemos por delante, se puede encarar con mucha confianza el estreno. Desde las vagas intuiciones con las que empezamos, ahora está claro que, a falta de acabar de cuajar (y ya es evidente que lo hará), tenemos motivos para estar orgullosos de un espectáculo lleno de emoción, de diversión y de pensamiento. Sin renunciar al rigor, sin caer en tópicos ni en modas, sin dejarnos seducir ni por supuestos "gustos medios" ni por originalidades superficiales, podemos llegar a conectar con cualquier ser humano que haga el pequeño esfuerzo de acercarse al teatro.

1 comentario

Víctor Orive (VoA) -

Habiendo nacido y crecido en esta ciudad que ahora redescubro… iniciándome aquí en este submundo de las “tablas” (que no de los “listones”), abducido desde los albores que alcanza mi historia, sin vuelta atrás, por las Artes… culo inquieto como soy, la verdad es que ninguna de estas vocaciones -ni amores aparecieron- que consiguieran hacerme recorrer Zaragoza cada mañana de sórdido verano aragonés en estas cuatro décadas que me sostienen. Tuvo que proponerme participar en la anterior Travesía un querido Romeo, para reaparecer en horas bicentenarias y llegar a convertirme en esta especie de Julieta abnegada a las propuestas de Mariano (admirado) para alejarme esta vez de talleres y otros afanes, distanciándome de mis familias de las montañas y de las caricias de su sol, sus vientos y sus aguas… Me costó, pero sabía que merecería la pena:
Me gustan los retos y tus propuestas lo son, Anós, por eso creo, digo sí… y aquí estoy, sitiado…¡Si hasta voy a echar de menos estar cada mañana entrando por la fachada de los caminos del ferrocarril del Arrabal… dar los Buenos Días a los recepcionistas, encontrarme a Pelai o Merche al ordenador, o a Pepe y sus secuaces afinando la super-escenografía -con su meditativo silencio en sonido de herramientas- o a Marie Laure echando también incontables horas hasta que no se escape ni un solo detalle en el vestuario que no sea de su agrado, implicada más allá de lo que es su competencia (¡amor al oficio!)… rebuscar entre los platicos de los azucarillos de la cafetería algún personaje que falte en la colección de Los Sitios de Saragosse (argucias para distraer a una madre caduca y solitaria, hace décadas abandonada bajo aquella frase: “mamá, quiero ser artista”) … cambiarme, cotejar el equipo de sonido, observar medio de soslayo cómo van llegando y qué cara traen este día Alfonso, Amanda, Gema, Inma, Javi, Pedro, Silvia… y ver cómo puedo hacer despertar el común cuerpo para una nueva jornada lo más productiva posible según los vientos propicien, en esta empresa del crear que por algún extraño designio o propia elección da sentido a nuestro particular viaje vital… distraer la frustración de este enjambre de hombros desgastados para reinventarse en otros cuerpos todavía fértiles…, al rato ver llegar la siempre sonrisa de un autor-director de sereno buen rollo que, paciente observa, abierto a la improvisación permite, con la sabiduría de la experiencia confía en los vaivenes del proceso…, y un poco después la singular presencia de Merchán, repartiendo alguna sorpresa generosa…
Parece que acabo de llegar, cambiando los Sentidos y los Elementos de la vida de mis cursos por las pasiones y emociones de la muerte por la Independencia… y mañana me toca ya pasar la página de esta primera fase del proceso.
Compromisos anteriores me requieren, pero no me puedo ir, mi carácter no conoce involucrarse a medias… así que me quedo en parte, en la que la mente y el corazón siguen alertas. Dejo una parte de mí, la que el tiempo ha concedido (siempre parece que falta tiempo –ese invento parcelario con que los humanos gustamos de estresarnos-, que podría aún hacerse mucho más…¡y qué duda cabe!)… Dejo de mí la parte que confía. Confío en la intensidad de "Sitios Saragosse" (texto repleto de profunda inspiración). Confío y valoro a todos los que tomáis parte en este atrevido proyecto… Me gustáis, Embocadura. Gracias, por la parte de confianza que por segunda vez me habéis depositado. Confío en ti, Silvia, responsable en parte de haberos puesto en contacto. Confío en vosotros, buenos actores, buenos seres humanos, equipo que desde el primer momento me gustó. Agradezco que seáis depositarios de mi grano de arena, el que ha podido ser en el margen y circunstancias que han sido posibles, tal como han sido “bienestán”. Y pido perdón por los errores o lagunas que pueda haber cometido.
Aunque me marchaba ya, aún me quedo un poco, no puedo permitirme ir sin escuchar la grabación musical definitiva, tu remate, progenitor Romeo.
Cada obra de arte que creamos, bajo mi personal creencia, ha de ser considerada como un regalo de la vida, un nuevo ser dado a luz que cuidar y festejar.
Y en eso estamos, compleja obra coral en la que Javier por otro lado con las luces y más y más nombres… un enjambre numeroso de artistas que en algún momento pareciéramos en caótica dispersión, pero que vistos desde el ángulo del águila, la aparente confusión puede bien contemplarse en su auténtica realidad: como un gran taller compartido por un conjunto de artesanos concentrados cada uno en su entregada labor hacia un mismo objetivo.
No sé si voy a echar de menos los “Summum bocatas”, pero sí que me alegrará estar de vuelta en breve… porque esto comienza ahora: “Imagen contundente acompañada de sencillos letreros”. Así que, sin prisa y sin pausa: ¡A las Armas!, que la semana próxima comienza la cosecha en Sabiñánigo.
Ya ves, Mariano… no había escrito nada hasta ahora… Tu blog me parece que tiene algo de sagrado, de intimidad compartida (otra estupenda idea de tu generoso ser de artista). No quería dejar tu demanda de esta noche en saco roto… y ya ves, aquí ando divagando emocionalmente, cual "carra sin frenos" durante las horas nonas (Luis, ya sé que me vas a reñir).
Mañana acudiré al ensayo con algo más pragmático, terrenal y sabroso para deciros “hasta luego”.
VoA (Víctor Orive)