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ensayos

3 DE JULIO

        Como predije ayer, hace mejor tiempo y estamos todos. Incluyendo a Pelai y Merche, que trabajan en su oficina portátil en asuntos serios de producción. Viene también Saray, ayudante de escenografía, que toma sus notas. Empieza el trabajo Silvia, como de costumbre, que sigue metiendo caña para poner cuerpos a punto. Se va notando, y más que se notará. Más de la mitad de la mañana, entre ejercicios puros y duros e improvisaciones guiadas de grupo. Seguimos insistiendo en el comienzo del espectáculo, con el coro de los muertos. La música funciona. Trabajamos un buen rato sobre el texto, avanzando en sacarle matices y organizando una estructura de desarrollo. Empezamos a improvisar sobre el paso (brusco) a la segunda escena, con dispersión general por todo el espacio, carreras, cruces, paradas, frases... En este caso la improvisación me confirma el esquema previsto. Estoy más perdido con la tercera escena ("A las armas"). Hablamos, probamos sugerencias. Me viene a la cabeza Delacroix (La libertad guiando al pueblo). Probamos por ahí. Silvia, en medio de la dispersión, sale con bandera. Se organiza un coro en diagonal detrás de ella, con el texto dicho (no cantado, que era una opción). Se deshace el coro y se reorganiza en la diagonal opuesta. De momento puede servir como esquema. Probamos varias veces la sucesión de estas primeras escenas. A otra cosa. Quiero trabajar la escena "Ciega y muerta", pero no sé por dónde empezar. Sólo sé que tiene que ser algo muy sencillo. Lectura del texto. Luis tiene una idea y asume la iniciativa. Inma (muerta) estaría tumbada un poco en diagonal, con la cabeza hacia abajo, medio colgando. Gema (ciega) muy cerca de ella: trabajo sobre el aliento. Probamos con los tres actores sosteniéndola en cuclillas: demasiado sufrimiento, y tampoco la imagen es del todo limpia. Optamos por un tablero, apoyado posiblemente en el eje de las ruedas. Veremos. Situación muy próxima, íntima, de primer plano. No hay contacto físico hasta justo el final, cogiéndose la mano. Todo muy sencillo, emoción pura. Bien.

Pasamos a "Grabando", más que nada por empezar a experimentar con el sonido del chelo. Inma está preocupada porque hace mucho que no toca, pero nadie lo diría. Amanda, porque no encuentra la concentración. Luis comenta con razón que esa sensación le ha venido bien (justo ayer hablaba con ella en un descanso de las virtudes de la vulnerabilidad). Terminamos retomando la escena de Palafox y Boggiero. Seguimos exacerbando la comicidad cruel de la situación. Son dos pobres tipos patéticos, envejecidos y fatigados que tratan de rememorar tiempos heroicos. Pedro y Alfonso se divierten, todos nos divertimos, por ahí hay que seguir.

2 DE JULIO

Día un poco raro. Varias ausencias por diversos motivos. Cielo plomizo, cabezón. Novedades: viene José Luis con la primera maqueta de música. Algunos temas ya los había escuchado en su estudio, otros son nuevos, siempre sobre ideas generales que ya habíamos puesto en común. Como en otras ocasiones (ya son años de colaborar), hay temas pensados para alguna escena concreta y otros que habrá que ver dónde situarlos. También como de costumbre, habrá que prescindir de alguno, añadir algún otro y reelaborar la mayor parte en contacto con el proceso de ensayos. Ya quedamos en no acumular muchos temas para no saturar de información al espectador: centrarse en algunos con variaciones más o menos importantes. Escuchamos la maqueta, que ya va siendo muy sugerente. Con alguno de los temas empieza Silvia a trabajar bocetos coreográficos. Yo estoy un poco aplastado por el cielo plomizo, así que no doy ni golpe. Escucho músicas y observo el trabajo de Inma, Amanda y Alfonso con Silvia. Todo se aprovecha: al estar pocos, es más fácil empezar a organizar algunos movimientos de grupo, a los que luego se podrá incorporar el resto. Hablamos y probamos sobre la primera aparición de los actores como cadáveres. Seguramente (en contra de lo que pensaba inicialmente) emplearemos alguna de las músicas para una coreografía de avance hacia el público previa al texto del coro. Mañana estaremos todos y hará mejor tiempo.

1 DE JULIO

Trabajo de Silvia sobre caídas, rotaciones, movimientos rectos y curvos, diferentes puntos de arranque de movimiento... Seguimos abordando escenas apuntando borradores de montaje. Empezamos por el coro inicial, que requerirá insistir prácticamente a diario. Los primeros intentos iban demasiado en un tono zombi que hay que romper. Trabajamos con el texto individualmente, subrayando el fondo agresivo, de imprecación, de ataque a los tópicos del heroismo patriótico. Seguiremos en ello, encontrando matices y registros diferentes sin perder la vitalidad. ¿Qué significa estar muertos? Desde luego nada que suene a amodorrados. Los muertos que abren el espectáculo han de estar llenos de vida, interpelando muy directamente a los espectadores, situándolos ante su responsabilidad.

Palafox y Boggiero: montamos un pequeño tablado y Pedro y Alfonso empiezan a improvisar, con el texto. Tono de commedia dell' arte (Boggiero/dottore, Palafox/capitano, referencias para no tomar al pie de la letra). Juego de marionetas, Grand Guignol (Boggiero maneja a Palafox). Juego desfachatado. Macarra, dice Luis. Sí. Jugar a fondo la parodia sobre gestos heroicos "deconstruidos".

Monólogo de la madre después de que se han llevado a su hijo para matarlo. Un primer momento de mudez y paralización. Un segundo momento de movimiento desenfrenado. Un tercero (con el texto) de liberación. Silvia apunta un esquema coreográfico de desarrollo con Inma. Parece que el esquema puede funcionar.

Enlazamos con la escena "Matar". Entran los dos soldados. Movimientos rectos, geoméricos, potentes, bélicos. Texto con acentos muy marcados, como con metrónomo, encajados con los pasos. Inma sigue en escena, como un fantasma, mutuamente invisibles madre y soldados. Entra Silvia, que acoge a Inma, la envuelve en un velo, carga con ella y la saca de escena. (No sé si todo esto perdurará al final o será completamente diferente. De hecho, en dos días ya he ido modificando muchas de mis ideas previas, y así seguirá siendo. Nunca he considerado a los actores, ni a ninguno de los colaboradores, como ejecutores de lo que pueda haber previamente en mi cabeza. Lo que hago es lanzar hipótesis y recoger realidades).

"Gatos". Una mujer busca a sus gatos perdidos. Es el final casi, la derrota, la desolación: ¿Quién vive? La sugerencia en este caso es que tres personas asumen el personaje con diferentes recursos: Amanda con la voz, Silvia con la danza e Inma con la música en directo. Silvia con movimientos amplios en el espacio, ahora prácticamente vacío. Amanda retomaría su movimiento en pequeño, desde la casi inmovilidad. Inma dialogaría con ambas a través del violoncello. Mañana empezaremos a probar con el instrumento.

PRIMER ENSAYO

PRIMER ENSAYO

Primer día de ensayo. Empezamos temprano. Me cuesta madrugar, pero me acostumbraré. Besos, abrazos, bromas. Ganas de estar juntos, confianza. Como la selección de fútbol, podemos. Pelai comenta algunas cuestiones prácticas de contratos, fechas, horarios y organización en general.

Por lo demás, no hay discursos de apertura ni esas cosas analíticas del "trabajo de mesa". Lo primero es el cuerpo, siempre. Silvia dirige una serie de ejercicios de puesta a punto. Los ejercicios no son puramente abstractos: están encaminando la conciencia del cuerpo en direcciones que tienen que ver con el sentido del trabajo coreográfico que habíamos planteado previamente con Víctor (de momento ausente por otros compromisos) y con Silvia. A continuación empezamos a explorar algunas escenas sueltas: El coro de los héroes muertos, La bayoneta, El Ebro y el mar, Grabando... Vamos poniendo palabras en el aire y probando esquemas de movimiento. Se incorpora Luis y seguimos trabajando situaciones. Buena mañana.

Foto de familia: Gema, Amanda, Silvia, Javier, Alfonso, Inma, Pedro y Mariano. 

EPÍSTOLA A LOS ACTORES

        Compañeros, amigos. Habrá que empezar, no desde el principio porque nunca se sabe dónde está, ha estado o estará el principio. Se empieza siempre en medio: de unas vidas, de unos encuentros, de un cruce de cuerpos y de sueños lidiando con un texto que nada sabe de ellos, que duerme en un papel, indiferente.

        Habrá que olvidar, ante todo olvidar cualquier cosa que creamos saber sobre el texto, sobre la historia, sobre nosotros mismos. Situarnos en la perplejidad, en la dificultad de llegar a comprender situaciones, palabras, personajes. A ver si poco a poco, con mucho trabajo, conseguimos llegar a un grado de ignorancia suficiente para huir del peligro de intentar ofrecer a los espectadores una clave que estuviera en nuestro poder o, en fin, una explicación cualquiera, no ya de un episodio histórico sino de los aspectos de la condición humana que vaya a acoger el escenario. Qué sabemos nosotros, mensajeros.

        Trabajar con el autor tiene peligro: será celoso guardián de las palabras, que también él ha tratado de entender apenas, cuidando más que nada de que tengan, eso sí, un ritmo, un peso, una cierta potencia emocional. Habrá que atender a dejarlas fluir, prestándoles un cuerpo, una respiración, encrespándose, remansándose, hirvientes o ateridas, aullando o susurrando, con su fondo de silencio, con su invisible signo de interrogación siempre acechando.

        Aludimos a una situación desconocida (en serio completamente desconocida para nosotros y para nuestros espectadores de 2008, fuera de datos en papeles, hipótesis de historiadores o aun impactos en muros). Aludimos, no representamos. No decimos en absoluto "así fue", y menos, como Goya, "yo lo vi". No lo vimos, no sabemos cómo fue. Conocemos el escenario y lo que pasa entre el escenario y la sala, sólo eso. Podemos suponer, a lo más, sobre todo confusión, desasosiego, rumores, caos. Y polvo, calor, viento, frío, nieve. Y hambre, pérdidas, enfermedad, duelo, furia, confusión, confusión.

        Organizar con rigor la confusión, eso tendremos que intentar, de modo que la confusión no solamente no desaparezca sino más bien resulte más patente, se convierta en el motor principal de la percepción del conjunto. Eso requiere una gran libertad y una gran disciplina, llevadas ambas al extremo, hasta confundir sus límites.

Precisión que permita el desvarío. Cosa de locos, manía del detalle como supervivencia en la intemperie del sentido.

        En fin, palabras, palabras. Qué poco hacemos con ellas. Qué haríamos sin ellas. Qué impaciencia ya por juntarnos, mirarnos, escucharnos, cuerpo a cuerpo. Pronto ya.

        Salud.

 

Mariano